viernes, 18 de diciembre de 2015

La naturaleza humana es tal,su inestabilidad emocional tan frecuente, que la tendencia del lazo al nudo es inevitable y uno se ve embarcado una y otra vez en proyectos y relaciones que acaban por asfixiarle.
Si el vinculo deja de producir regocijo, el lazo ha alcanzado el punto del nudo y nos sentimos atrapados en lugar de libres, apesadumbrados en lugar de ligeros.

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